Apoyo de todo corazón y he pasado una carrera de toda la vida ayudando a combatir la injusticia sistémica que nuestros conciudadanos estadounidenses han sufrido a lo largo de los siglos, y continúan sufriendo como lo demostró recientemente el asesinato de George Floyd. De hecho, la razón por la que me convertí en abogado de las profundidades de la pobreza aquí en Richmond, Virginia, fue para buscar justicia para todos en mi ciudad, mi estado, mi país, mi mundo.

Algunos podrían ver ironía en mi declaración, ya que crecí en la Capital de la Confederación, y la primera colonia inglesa que trajo esclavos africanos al "nuevo" mundo ocupado por los ingleses en 1619. Pero prefiero ver mi dedicación de la vida a la justicia como consecuencia de mi experiencia creciendo en vecindarios integrados donde mis primeros amiguitos fueron mis vecinos afroamericanos. Aunque éramos pobres, mis padres me enseñaron a juzgar a las personas por el carácter, no por el color de piel. Incluso aunque vivía en pobreza, pude ver en cuanto crecía, que ejercía un "privilegio" solo porque era blanco.

Nunca pensé que fuera justo, aunque de manera sutil sabía que me había beneficiado. Y por eso, he luchado por la justicia para todos desde que comencé mi práctica hace 40 años, y mi clientela principal son las personas de color que más necesitan mis servicios.

Creo que aún podemos promover el estado de derecho en todo el mundo si nosotros, como estadounidenses, demostramos que seguimos siendo el ejemplo de la justicia y el faro de esperanza para el mundo, como lo hemos hecho durante gran parte del siglo pasado.

Me uno con mis hermanos y hermanas de todos los sistemas de raza, color, género y creencias para defender nuestras convicciones.

Saludos a todos,

E. Wayne Powell (de Churchill en Richmond, Virginia, niño de la década ’50)